Me acompañan en esta travesía

lunes, 28 de diciembre de 2009

Luces (y sombras)


Menos mal que han cesado las lluvias, aunque ha dejado una humedad y un frío que me crecen musgos desde las fosas nasales. Ya pensaba yo que también este año me quedaba sin ver el alumbrado navideño del centro de la ciudad. El año pasado me encontraba muy malita y no aguantaba sentada ni siquiera una hora. En cambio, en estos momentos estoy fuerte, con dolores menos fuerte... Yo diría que se han afeminado un poco, los dolores, digo; se han hecho más sensibleros, más compasivos, más sentimentales... desde que los trato con Lyrica (amén de otros fármacos), se me crispan menos los nervios. Son buenos tiempos para la lírica, pues! ...

Hoy, que ya es ayer, me he pertrechado con mi abrigo, guantes, bufanda, mi mantita de viaje que no es tal sino un bonito echarpe de lana, grande e ideal, que siempre lo llevo en la canastilla de mi scooter para cuando voy de paseo. Ese es otro: mi scooter, del que ya os he hablado en otra ocasión. Y no sé si os he dicho que se desmonta y entra a las mil maravillas en el maletero de mi coche familiar, que cada vez es menos mi coche, para denominarse "el coche de mi hijo". Él, mi hijo, se ha convertido en mi chófer particular. Así que juntitos los tres: papá oso, mamá osa y osito hemos paseado viendo puestecillos navideños y abriéndonos paso entre el gentío que era mucho y variopinto, y formaban pella (entiéndase "se agolpaban") en los lugares más inverosímiles para charlar, saludarse o tontear simplemente. Y yo, armada de la paciencia que me caracteriza esperaba o esquivaba, haciendo caso omiso a los consejos de mi hijo que me decía con cara de irónica guasa y la impaciencia que da la juventud: "yo que tú (que quiere decir "si yo fuera o fuese tú", cosa harto improbable), atropellaba a quien no se quitara". Y ganas no me han faltado, porque una es buena, que si no...

He llegado a mi casa helada y dolorida, aún lo estoy, pero he llenado mi retina de luces de colores y mis oídos de mil voces que me han devuelto otras navidades pasadas.

Felices sueños.

Imagen: Google.

2 comentarios:

Anita dijo...

Hola!!
Yo tambien me alegro de que este año hayas podido salir a ver todas las calles iluminadas, los puestecitos...siempre es bonito.
A mi me pasa lo mismo que a ti cuando voy con mi silla electrica, mi gran amiga y hay tantisima gente que no te deja ver nada y no se dan cuenta de que tienes que pasar, los atropellarias pero por ser buenazas aguantamos, si no tendriamos montones de multas jeje.
Que lo pases muy bien en noche vieja, a comernos todas las uvas y pedir un bonito y gran deseo.
Besos wapa!

Perséfone dijo...

Gracias, Bidawe. Te deseo todo lo mejor para este nuevo año que pronto empieza... y cuidado con el cava y tu silla eléctrica!! Lo digo por los atropellos y las multas, jeje.

Besitos.

Te regalo un sueño, tú decides cuál