Me acompañan en esta travesía

martes, 13 de julio de 2010

Un fin de semana para el recuerdo

Por fin tengo una silla de ruedas eléctrica, y me he convertido en un peligro para mi integridad física. El primer día, dando un paseito para estrenarla, calculé mal la velocidad... porque corre más que el scooter que tengo y se comporta también de forma diferente.

Al llegar a un paso de cebra, y para salvar el repechillo, aceleré un poco (como hago siempre con mi scooter) y las ruedas delanteras se doblaron hacia un punto prohibido para que yo me estampillara contra una pared. Fue el efecto-trayectoria carrillo del Pryca o Carrefour . ¡Qué golpe más tonto y qué ruedas más traicioneras!, y eso que no las meto por charcos. Pues a partir de mañana, las voy a meter en todos los barrizales que encuentre para que sepan lo que vale un peine, las muy estúpidas.

Pero qué autonomía que te da y qué comodidad y qué maniobrabilidad.... Vamos, que estoy como una niña con zapatos nuevos, pero de los que no molestan. Este sábado la he tenido en la calle mañana y tarde, y se ha portado bien, nos hemos portado bien. Teníamos que celebrar mi aniversario de bodas.

Y el domingo, ¡ay el domingo...! El domingo no cogí la silla para nada, fue el coche para salir, todito engalanado para la ocasión, por las calles pitando, gritando, agitando banderas y bufandas... ¡Qué gozada! ¡Qué deshinibición! Fue la tarde-noche de la adrenalina, después de un partido de infarto, donde sufrimos la fullería del equipo holandés y la injusticia del mal arbitraje.

Se ve que segregué mucha endorfina durante el fin de semana, porque el dolor se aminoró y me dejó ser yo, con mis payasadas y todo.

Bueno, ¿y yo para qué os cuento esto? ¿y sin poner una fotico ni nada? Es que ya sabéis que soy un poquillo reservada.

Buenas noches, felices sueños.

3 comentarios:

Darío dijo...

Sos un encanto. Y tu buen humor, contagia...

Alís dijo...

Da gusto leerte así!
Lástima que no haya una final del Mundial todas las semanas.

Ah, y cuidadito por la calle...

Besitos

Perséfone dijo...

- Pulgarcito soñador: Muchas gracias. No sabes lo que me alegro de contagiar un poco de alegría y buen humor. Es importante vestirse de sonrisa. Besitos.

- Alís: Me he reído al leer tu comentario. No estaría mal tu propuesta, aunque de todo nos terminamos hartando, pero me uno a la moción. Jajaja.
Ahora gasto todo el cuidado del mundo, aunque tengo la certeza que a ti no te voy a atropellar, ¿o no? Besitos, mi niña.

Te regalo un sueño, tú decides cuál