Me acompañan en esta travesía

viernes, 7 de enero de 2011

Año nuevo, vida nueva


Estoy cansada, harta, desencantada... en lucha con mis demonios, furiosa conmigo misma. No sé quién inventó aquella estúpida frase de "año nuevo, vida nueva". Yo, actualmente, no vislumbro ninguna novedad en mi vida. Continúo con mis sesiones de rehabilitación, continúo con los mismos problemas, aunque con mayor deterioro. Pero sí he observado un cambio de actitud en la forma de enfocar mi vida diaria. Estoy adaptándome de tal manera a mi situación, que intento convivir con ella sin que sea el centro de atención. Salgo más, me relaciono más. He abierto más mi vida social, antes era nula, no existía. Es curioso cómo vamos perdiendo a los amigos, o a los mal llamados "amigos". Te van abandonando en el momento en que no les puedas dar aquello que antes les dabas. No puedes seguir su ritmo, no puedes atender a sus exigencias; y entonces, el círculo cada vez se va cerrando más, hasta quedar reducido a tu familia, que siempre está ahí, y a un grupo de amigos que se pueden contar con los dedos de una mano (y sobran dedos).

Pues sí, estoy aprendiendo a conocer mi cuerpo y cómo reacciona ante qué cosas. Sé las horas de descanso que necesito antes de realizar una salida y después de la misma, para recuperarme. Sé el tiempo que puedo soportar fuera de casa, el tiempo que puedo soportar dentro de ella, sentada, tumbada, haciendo el pino-puente... Ahora sé cómo se puede comportar mi vejiga y cómo me puede sorprender para bien y para mal. Este conocimiento de mi situación me está permitiendo poder acometer otras actividades que me permitan vivir fuera de mi urna, aunque sea durante un momento. ¿Que esto es vida nueva? Bueno, ya comencé con ella el año pasado y pienso seguir en su línea durante este año, así que esta forma de actuar no es nueva.

No he descubierto la piedra filosofal. Me sigo rebelando contra mí misma, contra mi cuerpo, contra el dolor. Esto no es un camino de rosas, nadie dijo que fuera fácil vivir. Pero, por lo pronto, este es el camino que pienso seguir.

La próxima semana espero una respuesta médica, quizás confirme lo que no quiero oír, y se me venga de nuevo por tierra mi filosofía barata. Pero mientras tanto, a seguir con mi táctica.

El domingo voy a viajar, y ya estoy pensando en la logística. El sábado toca descanso, es como la jornada de reflexión antes de un referendum. En ese día tengo que dejarlo todo atado (uf! que mal ha sonado ese "todo atado... y bien atado"), porque no me la puedo jugar con los imprevistos. Espero que no nos llueva, aunque habrá que ir preparados.

(Al ver este chiste de Forges he pensado aquella popular frase de "virgencita, virgencita que me quede como estoy", jajaja...)

Os deseo felices sueños

Procedencia de la imagen.

6 comentarios:

silvia zappia dijo...

viajaré con vos, amiga.

mil besos*

Alís dijo...

El cambio de año sólo responde a una convención. Sin embargo, el dicho de "año nuevo, vida nueva" responde precisamente a lo que tú haces. Es una nueva fecha de partida, un día señalado en el que nos proponemos un cambio de actitud ante la vida. En este sentido, creo que vas por buen camino. Ojalá recibas buenas noticias y tu ánimo siga mejorando.

Un beso enorme

Perséfone dijo...

* Rayuela: qué maravilla viajar con vos, amiga!!! ;)

Un besazo, linda

Perséfone dijo...

* Alís: cruzo los dedos aunque sin ningún convencimiento.

Gracias, mi niña

Besitos

Leonor Solamente dijo...

Conocer nuestro cuerpo es lo mejor que hay para poder sacarle partido. Aunque parezca una tontería, yo aprendí a "escucharlo" gracias a las clases de musicoterapia, pues el profe nos insiste mucho en ello. Al principio no comprendía el por qué, pero a la larga ves que gracias a ello se puede hacer una vida más o menos social, y eso es muy importante para no quedarse aislado y tener más calidad de vida.
¡Arriba ese ánimo cielo! Espero que ya estés mucho mejor.
Un abrazo con cariño,

Perséfone dijo...

Amiga, Leo, sí que es muy importante escuchar a nuestro cuerpo cuando nos habla. Hay que hacerle caso en todo momento. porque nos avisa siempre.

Gracias por tus ánimos.

Besitos

Te regalo un sueño, tú decides cuál