Me da vértigo la vida. Me asomo a ella, cada mañana, y me recibe el vértigo, y eso que me acompaña -desde no recuerdo cuándo-, mi amigo venido de un lugar irreductible de la Galia llamado Flurpax. Pero el vértigo es más fuerte, es un romano con pecho de lata que siempre vence al galo.
Esta mañana me he asomado a la vida, y el espejo me ha rechazado con una visión de futuro que no quería darme, que no quería compartir. Y yo se lo he agradecido en este día nublado en que el vértigo me hace poner la realidad patas arriba.
Procedencia de la imagen.
4 comentarios:
Hoy no sé qué decirte. No encuentro una palabra útil.
Así que te doy un abrazo enorme.
Y besitos
Gracias, Alís. Yo los recibo con todo el cariño del mundo.
Besitos
Hola Perséfone... he pasado para darte un beso cariñoso, ya que no puedo hacer nada para calmar tu vértigo. Ojalá te mejores pronto.
Besitos
Gracias, Cuchu. Me sujeto a tu beso para no seguir rodando, jeje.
Besitos también para ti.
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